El saber gobernar: ¿tarea de pocos o de muchos?
Resumen
Decía Fernando Savater en su célebre Política para Amador que, para nosotros los humanos, la muerte no resulta exclusivamente un accidente biológico, "sino el símbolo decisivo de nuestro destino, a la sombra del cual y contra el cual edificamos la complejidad soñadora de nuestra vida". ¿Qué quiso expresar muy concretamente el filósofo español con este aserto? Que, como buenos seres vivos, racionales y meditabundos que somos, una vez adquirimos consciencia sobre la muerte, el temor suscitado nos condiciona desde tan tempranas etapas de nuestra existencia, como especie, hasta llegar a incentivar en nosotros la íntima imperiosidad de sobrevivir. Semejante es la razón cual sella la manufactura de aquel gran artificio humano bautizado por nosotros mismos como sociedad. ¿Por qué? Sencillamente, porque el colectivo facilita al individuo un margen de protección que por sí solo no pudiese alcanzar.