Universidad del Zulia (LUZ)
Revista Venezolana de Gerencia (RVG)
Año 29 No. Especial 12, 2024, 1278-1294
julio-diciembre
ISSN 1315-9984 / e-ISSN 2477-9423
Como citar: Turpo-Gebera, O., Quispe-Ticona, I., Esquivel-Grados, J., y Chayna-Aguilar, L. (2024). Desarrollo del espíritu emprendedor: innovación en estrategias pedagógicas. Revista Venezolana De Gerencia, 29(Especial 12), 1278-1294. https://doi.org/10.52080/rvgluz.29.e12.24
Desarrollo del espíritu emprendedor: innovación en estrategias pedagógicas
Turpo-Gebera, Osbaldo*
Quispe-Ticona, Ingrid**
Esquivel-Grados, José***
Chayna-Aguilar, Luis****
Resumen
El emprendimiento en Perú enfrenta altos índices de fracaso, principalmente por la falta de innovación y el insuficiente apoyo de políticas públicas que no generan resultados efectivos. Este estudio analiza cómo la enseñanza del emprendimiento puede promover un cambio pedagógico mediante la implementación de enfoques activos y vivenciales, destacando la importancia de que los docentes complementen la teoría con experiencias prácticas que potencien las habilidades emprendedoras de los estudiantes. Mediante un estudio cualitativo de enfoque fenomenológico, se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas con 14 docentes de una universidad pública peruana. Estos participantes, seleccionados por su disposición a contribuir, formaron parte de un programa formativo, lo que les permitió aportar valiosas perspectivas sobre el tema en cuestión. Los hallazgos destacan la importancia de metodologías colaborativas e interactivas, como el uso de casos reales, que vinculan la teoría con la práctica. La evaluación iterativa refuerza el emprendimiento como un proceso continuo, fomentando la innovación y la adaptabilidad. La implementación de metodologías innovadoras es clave para que los estudiantes desarrollen competencias como resiliencia y pensamiento crítico, preparándolos para los desafíos del mundo emprendedor.
Palabras clave: emprendimiento; estrategias pedagógicas; metodologías innovadoras; universidad.
Recibido: 13.07.24 Aceptado: 29.10.24
* Doctor en Formación en la Sociedad del Conocimiento. Docente investigador. Universidad Nacional de San Agustín. E-mail oturpo@unsa.edu.pe ORCID https://orcid.org/0000-0003-2199-561X
** Doctora en Educación. Universidad Andina, Néstor Cáceres Velásquez. E-mail d02449475@uancv.edu.pe, ORCID https://orcid.org/0000-0002-7619-9592
*** Doctor en Educación. Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carreón. E-mail jesquivel@unjfsc.edu.pe. ORCID https://orcid.org/0000-0002-4591-9921
**** Magister en Contabilidad. Universidad Andina, Néstor Cáceres Velásquez. E-mail d02449475@uancv.edu.pe, ORCID https://orcid.org/0000-0002-7619-9592
Development of entrepreneurial spirit: innovation in pedagogical strategies
Abstract
Entrepreneurship in Peru faces high failure rates, mainly due to a lack of innovation and insufficient support from public policies, which fail to produce effective results. This study examines how entrepreneurship education can promote pedagogical change through the implementation of active and experiential approaches, emphasizing the importance of teachers complementing theory with practical experiences to enhance students’ entrepreneurial skills. Through a qualitative study with a phenomenological approach, semi-structured interviews were conducted with 14 teachers from a Peruvian public university. These participants, selected for their willingness to contribute, were part of a training program that enabled them to provide valuable insights on the subject. The findings highlight the importance of collaborative and interactive methodologies, such as the use of real-life cases, which link theory to practice. Iterative evaluation reinforces entrepreneurship as an ongoing process, fostering innovation and adaptability. The implementation of innovative methodologies is key for students to develop competencies such as resilience and critical thinking, preparing them for the challenges of the entrepreneurial world.
Keywords: entrepreneurship; pedagogical strategies; innovative methodologies; university.
1. Introducción
En la actualidad globalizada, aplicar talentos y habilidades en beneficio de la sociedad es fundamental para el emprendimiento, el cual se ha consolidado como un motor clave para el desarrollo socioeconómico regional (Suárez et al, 2017). El emprendimiento no se limita únicamente a la creación de negocios lucrativos, sino que implica la capacidad de identificar oportunidades, materializar ideas y promover iniciativas que impacten en diversos ámbitos, como el social, cultural, académico y empresarial. En este sentido, el emprendimiento académico destaca por el esfuerzo y riesgo que conlleva, generando satisfacciones y beneficios tanto personales como sociales (Borrayo et al, 2019).
El concepto de emprendedor, definido inicialmente como aquel que combina los medios de producción para generar bienes y servicios (Bernal-Guerrero, 2021), ha evolucionado para incluir a líderes que, al asumir riesgos, movilizan recursos hacia la productividad (Caldera et al, 2004). Schumpeter, por su parte, lo identificó como un innovador que impulsa el crecimiento económico a través de la “destrucción creativa” (citado en Drucker, 1985).
Este enfoque amplía el alcance del emprendimiento más allá de lo económico, abarcando aspectos sociales y personales. Así, el emprendimiento se concibe tanto como la asunción de riesgos para obtener beneficios, como el desarrollo de proyectos creativos con o sin fines económicos (Sanabria-Rangel et al, 2015). Diversas tipologías de emprendimiento, como el económico, social, académico y político, interactúan entre sí y se influyen mutuamente (Rojas-Cruz & Husted, 2024).
En el contexto pospandémico y de recesión económica global, caracterizado por un aumento del desempleo y la reducción de oportunidades laborales, el emprendimiento ha emergido como una alternativa viable para generar ingresos. En América Latina, la prevalencia del emprendimiento y el autoempleo responde en gran medida a la escasez de empleo formal. En el caso de Perú, los estudios identifican como principal motivación para emprender las oportunidades de mercado (Morales et al, 2022).
Dado el pronóstico de 205 millones de desempleados a nivel mundial según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2021; Álvarez et al, 2024), Latinoamérica enfrenta grandes retos debido a la disminución de nuevos puestos de trabajo, lo que genera incertidumbre en cuanto a las oportunidades de crecimiento laboral. Por esta razón, el desarrollo de habilidades emprendedoras cobra relevancia para preparar a los estudiantes a enfrentar la realidad social y laboral. El rol de los docentes es clave para motivar a los estudiantes hacia el emprendimiento mediante estrategias innovadoras. La formación emprendedora se ha convertido en un pilar esencial en las universidades para desarrollar competencias empresariales y preparar a los estudiantes para un mercado en constante cambio. Las universidades que implementan sistemas de emprendimiento con enfoques prácticos, alineados con las demandas del mercado, ofrecen una formación más efectiva que aquellas que se limitan a la teoría (Etzkowitz et al, 2000; Velilla, 2017).
El enfoque emprendedor en las universidades ha evolucionado hasta convertirse en un eje educativo clave, al combinar la teoría con el desarrollo de habilidades prácticas que responden a las demandas del mercado (Coleman & Robb, 2009). A pesar de la creciente relevancia de este enfoque, persiste una limitada difusión del ecosistema emprendedor, debido en gran parte a que las universidades priorizan la enseñanza teórica sobre la práctica y a la falta de coordinación entre gobiernos, empresarios e inversionistas (Escalante et al, 2024). Este vacío resalta la necesidad de que las universidades lideren la formación empresarial, brindando herramientas prácticas para enfrentar los desafíos del mercado.
La Ley Universitaria 30220 de Perú, promulgada en 2014, ha dado un impulso significativo al emprendimiento académico mediante la creación de incubadoras de negocios (Ley Universitaria, 2014). Este marco legal promueve el desarrollo de la cultura emprendedora, tal como se evidenció en el programa de fortalecimiento de capacidades emprendedoras llevado a cabo en una universidad pública de Arequipa entre septiembre y diciembre de 2020. Esta investigación cualitativa, enmarcada en un diseño fenomenológico interpretativo (González y Hernández, 2011), analiza la implicancia de la educación emprendedora en el ámbito académico. Los hallazgos subrayan la importancia del rol del docente como facilitador del conocimiento emprendedor, destacando su impacto en los estudiantes a través de su experiencia y orientación (Velilla, 2017; Mamani-Quispe et al, 2023).
El emprendimiento, además de ser una herramienta crucial para el crecimiento económico y tecnológico, no solo depende de factores macroeconómicos como el apoyo institucional y gubernamental, sino también de características individuales del emprendedor, como la autoeficacia y la capacidad de asumir riesgos (Molina, 2020). Estudios previos han comparado las decisiones laborales entre asalariados y emprendedores, identificando variables sociodemográficas que condicionan la actividad emprendedora, como el género, la edad, la educación y las finanzas personales (Frende y Salgado, 2024; Campaña et al, 2020).
En el contexto universitario del sur de Perú, el emprendimiento ha sido fortalecido por iniciativas innovadoras, ferias de emprendimiento y convenios con empresas locales, que brindan a los estudiantes la oportunidad de adquirir habilidades empresariales anticipadas (Dávila et al, 2020). Sin embargo, la investigación revela que, aunque los estudiantes de universidades públicas muestran cierto interés en el emprendimiento, este se motiva principalmente por su deseo de autoeficacia emprendedora (Vergelin, 2023; Wrigley & Straker, 2017). Para fortalecer el interés en el emprendimiento, las universidades deben seguir formando alianzas con el sector empresarial y promover actividades que cultiven una cultura emprendedora centrada en la innovación, la competitividad y el desarrollo económico (Borrayo et al, 2019; Dávila, 2019).
El emprendimiento no solo impulsa la creación de negocios, sino que también fomenta una actitud de liderazgo y creatividad, siendo un motor esencial para la mejora de la calidad de vida y el desarrollo de nuevas oportunidades en un entorno competitivo (Alemany et al, 2011). En varios países, las políticas educativas y económicas se apoyan en la promoción de la cultura emprendedora, reconociéndola como una vía para enfrentar los retos actuales del empleo y la innovación (Kantis y Drucaroff, 2011).
Desde esas perspectivas, el presente estudio se propone analizar la enseñanza del emprendimiento en el contexto universitario con el fin de impulsar un cambio pedagógico significativo. Se enfatiza la necesidad de implementar metodologías activas y vivenciales que no solo enriquezcan el aprendizaje, sino que también equipen a los estudiantes con habilidades emprendedoras esenciales. Es esencial que los docentes integren la teoría con experiencias prácticas en su enseñanza, lo que permite a los estudiantes desarrollar competencias clave para su éxito como futuros innovadores y líderes en un entorno económico dinámico y competitivo.
La educación emprendedora es un proceso fundamental para el desarrollo integral de los estudiantes, ya que no solo potencia sus habilidades personales, sino que también los capacita como futuros emprendedores (Díaz y Azqueta, 2019). Este sistema fomenta la creación de iniciativas y propósitos motivacionales, lo que contribuye a incrementar el conocimiento en el ámbito empresarial con una visión sostenible y funcional (Fayolle & Gailly, 2015). El éxito de la educación emprendedora depende en gran medida del rol del docente, quien debe basarse en cuatro principios clave: aplicabilidad, visión constructivista del aprendizaje, interdisciplinariedad y transferibilidad (Bernal-Guerrero, 2021). Esto implica que el docente debe incentivar un aprendizaje activo y participativo, centrado en la experiencia vivencial y práctica del estudiante, integrando tanto conceptos teóricos como metodologías prácticas.
2. Desafíos para la cultura emprendedora en universidades latinoamericanas
En el contexto latinoamericano, los lineamientos planteados brindan una base sólida para el desarrollo de competencias emprendedoras entre los universitarios, fortificando estas habilidades a través de incubadoras de negocios (Rodríguez y Vega, 2015). El éxito de la educación emprendedora se basa en la capacidad del pedagogo para transferir conocimientos y experiencias personales, adoptando un modelo de aprendizaje constructivista basado en la resolución de problemas (Pezo y Paredes, 2024; Politis, 2005). Las competencias clave del docente emprendedor incluyen conocimiento del tema, enseñanza centrada en el estudiante, fomento del trabajo en equipo, evaluación continua y habilidades en comunicación, flexibilidad, empatía y adaptabilidad (Vertuz et al, 2016).
Para fomentar una verdadera experiencia educativa, es fundamental transformar la relación tradicional entre profesor y estudiante, transitando de un enfoque monológico a uno más activo y participativo que motive al alumnado a desarrollar su iniciativa empresarial (Bengt, 2016). Estudios previos han demostrado la importancia de que los docentes adquieran competencias emprendedoras en el ámbito universitario, contribuyendo así al bienestar colectivo (Aldana et al, 2019). Además, se destaca el papel del educador empresarial en la satisfacción y el aprendizaje de sus estudiantes, subrayando la necesidad de organizar y ejecutar prácticas pedagógicas adecuadas (Dávila, 2019; Wraee et al, 2020).
No obstante, el reto de incorporar una cultura emprendedora en las universidades es considerable, debido a que muchos docentes aún se adhieren a enfoques pedagógicos tradicionales (Seikkula et al, 2015). Para superar esta barrera, es necesario implementar cursos de emprendimiento orientados a las necesidades reales del mercado, que permitan adquirir competencias prácticas y relevantes. La cultura emprendedora beneficia al ámbito académico y social, promoviendo valores y comportamientos que impulsan el desarrollo e innovación (Vidal et al, 2012).
La enseñanza del emprendimiento enfrenta desafíos significativos, especialmente en contextos dominados por la pedagogía tradicional, que limita la integración de enfoques innovadores para fomentar la creación de empresas y el desarrollo de emprendedores (Acevedo et al, 2024). En una universidad pública del sur de Perú, docentes que participan en un programa de fortalecimiento de capacidades emprendedoras desarrollan competencias para una enseñanza más efectiva.
Este estudio tiene como objetivo analizar cómo sus experiencias post-formación pueden impulsar un cambio hacia enfoques pedagógicos más activos y experienciales, promoviendo el desarrollo de habilidades emprendedoras en los estudiantes y contribuyendo al crecimiento económico y social del país.
3. Caracterización metodológica del estudio
Este estudio se basa en la relevancia de la cultura emprendedora, no solo para el ámbito universitario, sino también por su impacto social, dado que fomenta principios y conductas empresariales que contribuyen significativamente al aprendizaje y a la innovación (Vidal et al, 2012). La cultura emprendedora impulsa el crecimiento económico al promover la creación de empresas y emprendedores, lo que resulta en beneficios macroeconómicos a largo plazo (Acevedo et al, 2024). En esa perspectiva, el estudio se sitúa en el paradigma interpretativo o emergente, al enfocarse en la interpretación de la realidad y los significados atribuidos a sus experiencias (Latorre y Del Rincón, 1996), lo cual es esencial para comprender cómo los docentes perciben y viven el fortalecimiento de capacidades emprendedoras.
Se siguió un enfoque metodológico cualitativo, utilizando un diseño fenomenológico que permitió explorar en profundidad las perspectivas y experiencias vividas por los participantes (Stake, 1999). La investigación se desarrolló en una universidad pública en Perú, con la participación de docentes involucrados en el programa de fortalecimiento de capacidades emprendedoras, llevado a cabo entre septiembre y diciembre de 2023. El muestreo fue intencionado, incluyendo la participación de 14 docentes que se unieron al estudio según su disponibilidad y compromiso formativo, reflejando su activa implicación en la docencia. Los participantes se agruparon en tres rangos de edad: menores de 40 años (4 docentes, 29%), entre 40 y 45 años (7 docentes, 50%) y mayores de 45 años (3 docentes, 21%). En cuanto a la distribución por sexo, el 43% (6 docentes) fueron mujeres y el 57% (8 docentes) varones. Respecto a las áreas de especialización, el 29% (4 docentes) pertenecían al área de Ciencias Sociales, el 50% (7 docentes) a Ingenierías y el 21% (3 docentes) al área de Ciencias Biomédicas. Se garantizó el anonimato y la confidencialidad de los datos de todos los participantes, asegurando un entorno ético adecuado para el estudio.
Para la recolección de datos se utilizó la técnica de entrevista semiestructurada; fue grabada y posteriormente transcrita. En promedio, cada entrevista duró entre 25 y 30 minutos. La recopilación de datos se realizó en diciembre de 2023. El análisis de la información incluyó la codificación de datos, la creación de categorías y la identificación de un tema emergente o medular, que permitió profundizar en el significado de la función emprendedora en la enseñanza de los docentes.
La entrevista a los docentes se centró en cuatro temas clave para entender el fomento del espíritu emprendedor en la educación universitaria: i) las concepciones educativas sobre el emprendimiento, ii) la efectividad de las metodologías activas en la enseñanza, iii) la incorporación de experiencias prácticas en la formación, y iv) las estrategias de optimización para la educación emprendedora. Esta estructura permite obtener una visión integral de cómo la educación puede impulsar el desarrollo de habilidades emprendedoras en los estudiantes, conectando la teoría con la práctica y evaluando enfoques para mejorar la calidad de la enseñanza.
4. Innovación y emprendimiento en la educación universitaria peruana
En el contexto actual, caracterizado por un entorno económico en constante cambio y la creciente importancia del emprendimiento como motor de desarrollo, las universidades desempeñan un papel fundamental en la formación de emprendedores. Este estudio investiga las estrategias de enseñanza utilizadas en una universidad peruana para promover el espíritu emprendedor entre los estudiantes, con el objetivo de ofrecer información valiosa sobre la formación de futuros emprendedores y contribuir a un ecosistema empresarial más dinámico y sostenible en el Perú.
4.1. Concepciones sobre la enseñanza del emprendimiento e innovación
La enseñanza del emprendimiento y la innovación es crucial para preparar a los estudiantes para un mundo laboral en constante cambio. Las concepciones de los docentes sobre estos temas influyen en su enfoque pedagógico y en la capacidad de los estudiantes para desarrollar habilidades emprendedoras. Al analizar las perspectivas docentes sobre la definición, relevancia y metodologías de enseñanza del emprendimiento, se resalta la importancia de la práctica en el aprendizaje, lo cual es clave para identificar áreas de mejora en la formación docente y fomentar un ambiente educativo que estimule la creatividad y la iniciativa emprendedora.
El Diagrama 1 destaca cómo los docentes perciben la enseñanza del emprendimiento en la educación universitaria a través de cinco dimensiones clave. El emprendimiento es visto como un proceso creativo que fomenta una mentalidad innovadora, vital para formar estudiantes adaptables al mercado laboral y promover el desarrollo económico regional. Se priorizan metodologías interactivas y colaborativas, como estudios de caso reales, para facilitar un aprendizaje práctico y significativo.
Diagrama 1
Enseñanza del emprendimiento: visiones de los educadores
Por otra parte, las experiencias prácticas y el aprendizaje activo son fundamentales, ya que exponen a los estudiantes a desafíos reales que desarrollan habilidades clave, como la creatividad y el trabajo en equipo. Además, los docentes reconocen la necesidad de mantenerse actualizados mediante formación continua para responder a las demandas del entorno emprendedor. Participar en talleres y conferencias sobre innovación enriquece el enfoque docente y asegura una enseñanza del emprendimiento dinámica y relevante para el contexto socioeconómico actual.
Los docentes han implementado diversas estrategias para contrarrestar la falta de recursos y formación en sus prácticas educativas. Una de las más habituales es la cooperación entre colegas, compartiendo experiencias y materiales didácticos que les permiten expandir su conjunto de metodologías activas sin requerir grandes inversiones. Además, muchos docentes utilizan herramientas tecnológicas de bajo costo, como plataformas gratuitas y simuladores en línea, para reducir la dependencia de materiales físicos costosos. Además, recurren a la autoformación mediante cursos en línea y seminarios web, y establecen acuerdos con empresas e incubadoras para ofrecer a los estudiantes oportunidades prácticas a través de proyectos conjuntos y actividades extracurriculares, complementando así los recursos limitados del aula.
3.2. Efectividad de métodos activos en emprendimiento e innovación estudiantil
La efectividad de las metodologías activas en la promoción de innovación y emprendimiento estudiantil radica en su capacidad para involucrar a los estudiantes de manera práctica y significativa en su proceso de aprendizaje. Estas estrategias, como el aprendizaje basado en proyectos, la resolución de problemas en contextos reales y el trabajo colaborativo, fomentan el pensamiento crítico, la creatividad y la autonomía, competencias clave para el emprendimiento. Al conectar la teoría con la práctica y la teoría pueden ofrecer un entorno dinámico de retroalimentación continua, las metodologías activas no solo facilitan la adquisición de conocimientos, sino que también impulsan el desarrollo de habilidades innovadoras y emprendedoras.
El diagrama 2 resalta la importancia de las metodologías activas en la enseñanza del emprendimiento y la innovación, organizando las estrategias docentes en cinco áreas clave: el aprendizaje basado en proyectos, la resolución de problemas en contextos reales, el trabajo colaborativo y la creatividad, el aprendizaje experiencial y la evaluación con retroalimentación continua.
Diagrama 2
Estrategias activas para el fomento de innovación y emprendimiento estudiantil
Los docentes reconocen que el aprendizaje activo a través de proyectos y casos reales permite a los estudiantes aplicar la teoría en situaciones prácticas, lo que promueve la autonomía, el pensamiento crítico y el desarrollo de soluciones innovadoras. Además, las experiencias colaborativas fomentan la creatividad al permitir que los estudiantes intercambien ideas y construyan soluciones conjuntas, lo que refuerza habilidades esenciales para el éxito emprendedor.
En esta línea, el aprendizaje experiencial y la retroalimentación continua permiten a los estudiantes internalizar los procesos de innovación, adaptarse a nuevas situaciones y mejorar sus ideas constantemente. Estas metodologías activas no solo desarrollan competencias técnicas, sino que también preparan a los estudiantes para el mercado laboral actual, promoviendo un enfoque educativo dinámico y orientado a la realidad. La iteración en la evaluación fortalece el emprendimiento como un aprendizaje continuo, mejorando la innovación y adaptabilidad de los futuros emprendedores.
3.3. Integración de prácticas en la formación: conectando teoría y realidad para enfrentar desafíos
La integración de prácticas en la formación académica es esencial para preparar a los estudiantes ante los desafíos del mundo real. Al conectar la teoría con experiencias prácticas, se fomenta un aprendizaje significativo que no solo enriquece el conocimiento teórico, sino que también desarrolla habilidades aplicables en entornos empresariales. Esta sinergia permite a los estudiantes enfrentar situaciones reales con confianza y competencia, convirtiéndose en profesionales mejor preparados para contribuir al desarrollo de sus comunidades y sectores. Lo relacionado con el diagrama 3 destaca cómo la integración de prácticas en la formación académica permite conectar la teoría con la realidad profesional a través de cinco pilares clave.
Diagrama 3
Sinergia entre teoría y práctica: Estrategias integradas para enfrentar desafíos educativos
El aprendizaje experiencial ayuda a los estudiantes a comprender mejor los conceptos teóricos mediante la práctica directa, fomentando una conciencia crítica sobre su aprendizaje y aplicación. A su vez, el desarrollo de competencias tanto técnicas como blandas fortalece la confianza y la iniciativa, preparando a los estudiantes para enfrentar los retos del entorno laboral con habilidades necesarias para adaptarse a distintas circunstancias.
Además, la evaluación continua y la retroalimentación en estos entornos prácticos permiten identificar oportunidades de mejora de manera ágil, promoviendo flexibilidad y adaptabilidad en los estudiantes. La colaboración con empresas y la construcción de redes profesionales desde temprano ofrecen una perspectiva valiosa sobre las dinámicas del mercado, lo que facilita su inserción laboral. En conjunto, estos pilares no solo consolidan el conocimiento teórico, sino que también preparan integralmente a los estudiantes para los desafíos de su vida profesional.
3.4. Enfoques estratégicos para optimizar la formación de futuros emprendedores
La optimización de la formación de futuros emprendedores requiere enfoques estratégicos que potencien tanto las habilidades técnicas como las capacidades creativas y adaptativas. En este sentido, es fundamental identificar y aplicar metodologías innovadoras que mejoren la calidad y efectividad de la educación emprendedora, asegurando que los estudiantes desarrollen competencias clave como la resiliencia, el pensamiento crítico y la capacidad de identificar oportunidades en entornos dinámicos. Este apartado explora diversas estrategias diseñadas para maximizar el impacto formativo y preparar a los emprendedores para los desafíos del mercado global (diagrama 4).
Diagrama 4
Estrategias innovadoras para fortalecer la formación de futuros emprendedores
El diagrama 4 presenta seis enfoques estratégicos clave para mejorar la formación emprendedora en el contexto educativo, integrando el aprendizaje práctico con el desarrollo de habilidades blandas y la inmersión en entornos reales. El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) permite a los estudiantes aplicar conceptos teóricos en el desarrollo de sus propias ideas de negocio, enfrentando desafíos reales que fortalecen sus competencias.
La Mentoría Personalizada complementa este proceso, brindando orientación experta para evitar errores comunes y fomentar la creatividad en la resolución de problemas. Las Simulaciones y Juegos de Negocios ofrecen un entorno seguro donde los estudiantes pueden experimentar el impacto de sus decisiones empresariales, mientras que el Aprendizaje Colaborativo enfatiza la importancia del trabajo en equipo y la colaboración con otros, pudiéndose ser pares o externos para generar propuestas innovadoras.
Además, el Desarrollo de Habilidades Blandas se destaca como un componente crucial para la formación emprendedora, ya que la comunicación efectiva, el liderazgo y la capacidad de negociación son esenciales en el entorno empresarial (Turpo-Gebera y Gonzales-Miñán, 2019). Por último, la Inmersión en el Ecosistema Emprendedor conecta a los estudiantes con redes de contactos clave a través de eventos y ferias, facilitando oportunidades de negocio y fortaleciendo su capacidad para establecer relaciones profesionales.
En conjunto, estos enfoques promueven una educación emprendedora que combina teoría, práctica y desarrollo personal, preparando a los estudiantes para los retos del mundo empresarial con competencias como resiliencia, innovación y pensamiento crítico.
4. Limitaciones y discrepancias entre teoría y práctica en la enseñanza del emprendimiento
Este estudio posibilitó indagar sobre la enseñanza del emprendimiento en el ámbito universitario con el fin de fomentar un cambio pedagógico significativo. Se identificó la necesidad de adoptar metodologías activas y experienciales que enriquezcan el aprendizaje y doten a los estudiantes de habilidades emprendedoras esenciales. Esta noción enfatiza que el emprendimiento es crucial para el desarrollo socioeconómico regional (Suárez et al, 2017), y que la educación enfocada en el emprendimiento fomenta competencias integrales necesarias para el crecimiento tanto personal como social (Díaz y Azqueta, 2019; Bernal-Guerrero, 2021).
Por lo tanto, es vital que los docentes no solo se limiten a transmitir conocimientos teóricos, sino que también incorporen experiencias prácticas en su enseñanza. Esta integración permitirá a los estudiantes adquirir competencias clave, indispensables para su éxito en un entorno económico cada vez más dinámico y competitivo, preparando así a la próxima generación de innovadores y líderes.
Los resultados empíricos obtenidos muestran una definición amplia de emprendimiento que va más allá de la mera creación de negocios. Esto coincide con las afirmaciones de Borrayo et al. (2019) y Sanabria-Rangel et al. (2015), quienes destacan el emprendimiento académico como un motor de satisfacción personal y social, y como un proceso que implica la asunción de riesgos. Al mismo tiempo, la priorización de metodologías activas refleja la necesidad de desarrollar un aprendizaje práctico que promueva la autonomía y el pensamiento crítico (Etzkowitz et al, 2000) sobre la importancia de enfoques prácticos en la educación superior.
En cuanto a las experiencias prácticas, los docentes reconocen que enfrentar desafíos reales prepara mejor a los estudiantes para el mercado laboral, resonando con las ideas de Schumpeter (Drucker, 1985) sobre la innovación y la “destrucción creativa”. Asimismo, la formación continua de docentes se destaca como un aspecto esencial para adaptar la enseñanza a las demandas del entorno emprendedor, especialmente frente a la falta de coordinación entre universidades, gobiernos y empresas (Escalante et al, 2024).
Sin embargo, se identificaron algunas discrepancias entre la teoría y los resultados. Por ejemplo, aunque se menciona la importancia del aprendizaje colaborativo, el estudio también revela que, en la práctica, los docentes enfrentan retos para implementar estas metodologías de manera efectiva. Además, a pesar de que las metodologías activas son bien valoradas, no todos los docentes cuentan con los recursos o la formación necesaria para aplicarlas de manera óptima.
Entre las limitaciones del estudio, se destaca la concentración en una muestra específica y reducida de docentes de una sola universidad pública, lo que limita la capacidad de generalizar los hallazgos a un contexto más amplio. Esta restricción se debe a las particularidades institucionales, sociales y económicas de los docentes, quienes a menudo enfrentan una sobrecarga laboral que reduce su disponibilidad para participar. Además, la diversidad en las disciplinas de enseñanza puede dar lugar a variaciones en el acceso a recursos, oportunidades de capacitación y cultura organizacional, aspectos que pueden diferir en otras universidades o regiones. Por ejemplo, en instituciones más especializadas o privadas, es probable que los docentes cuenten con mayores recursos e incentivos para implementar metodologías innovadoras, lo que podría aumentar las posibilidades de éxito en la enseñanza del emprendimiento. Por lo tanto, los resultados deben considerarse representativos de un contexto particular, lo que sugiere la necesidad de realizar investigaciones adicionales para obtener una visión más integral en diferentes escenarios académicos.
Finalmente, se sugieren futuras líneas de investigación que incluyan un análisis comparativo de la implementación de enfoques pedagógicos en diferentes contextos académicos, así como la efectividad de las metodologías activas en el desarrollo de competencias específicas. Es relevante explorar el impacto de la colaboración con empresas en la formación de redes profesionales y en la empleabilidad de los estudiantes, además de examinar el rol del docente en la mediación de estos procesos. Se podría centrar la investigación en identificar cuáles metodologías activas son más efectivas para fomentar competencias como la creatividad, la resiliencia y la innovación en diversas disciplinas, considerando las variaciones según el área de especialización.
Asimismo, una línea prometedora sería investigar cómo los proyectos conjuntos con empresas locales o internacionales pueden mejorar la formación emprendedora y las habilidades prácticas de los estudiantes, enriqueciendo así la comprensión sobre la implementación de estrategias pedagógicas y su conexión con el entorno laboral y económico del país.
5. Conclusiones
Los hallazgos de este estudio subrayan la necesidad de integrar enfoques activos y experienciales en la enseñanza del emprendimiento, lo cual enriquece el aprendizaje y dota a los estudiantes de habilidades emprendedoras esenciales para el desarrollo socioeconómico. Este enfoque resulta fundamental para preparar a la próxima generación de innovadores y líderes, adaptando la educación a las demandas de un entorno económico en constante evolución. Además, la noción de emprendimiento trasciende la creación de negocios, actuando como un motor de satisfacción personal y social que implica asumir riesgos, y requiere adoptar metodologías activas para fomentar un aprendizaje dinámico alineado con las realidades del mercado laboral.
A pesar de los beneficios reconocidos de las metodologías activas, se identifican discrepancias significativas entre la teoría y la práctica, especialmente en lo que concierne al aprendizaje colaborativo. Los docentes enfrentan importantes desafíos para implementar estas metodologías, lo que limita su efectividad. Asimismo, la falta de recursos y formación adecuada para algunos docentes puede dificultar la aplicación óptima de enfoques innovadores. Priorizar la formación continua de educadores y fomentar la coordinación entre universidades, gobiernos y empresas es esencial para cerrar las brechas entre teoría y práctica, mejorando la calidad de la educación emprendedora en las universidades.
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