EDITORIAL
El dilema del Editor ante las circunstancias
actuales de la comunicación científica.
Invest Clin 64(2): 139 - 141, 2023 https://doi.org/10.54817/IC.v64n2a00
Recientemente la comunidad científica
ha sido objeto de mucha controversia por al-
gunos hechos que se han suscitado como el
retiro de revistas por parte de un reconocido
índice internacional (Web of Science/Clari-
vate). Las razones expuestas fueron que no
estaban llevando a cabo adecuados procesos
de revisión por pares y publicando artículos
carentes de rigor científico a cambio de al-
tos costos de publicación, la mayoría paga-
dos con dinero público.
Lo cierto es, que se han visto afecta-
dos muchos investigadores que confiaron en
dichas revistas y temen que ello repercuta
en su carrera profesional. Uno de los argu-
mentos del índice, sería la aprobación de los
manuscritos en tiempo record, y de hecho
se puede comprobar que es frecuente encon-
trar en la WEB, trabajos que aparecen como
aceptados en apenas dos o tres días después
de la fecha de recepción, cuando en realidad
en esta época existe una escasez de árbitros
que puedan revisarlos prácticamente de in-
mediato; por diversas razones los expertos
no están aceptando con facilidad las invita-
ciones para revisar trabajos.
Un segundo caso, probablemente rela-
cionado al mismo tema, es el de un inves-
tigador que ha sido sancionado por su uni-
versidad en Europa, al considerar dudosa la
excesiva autoría de trabajos publicados por
dicho individuo en un tiempo muy corto.
Efectivamente, es frecuente encontrar casos
de autores asesorando a grupos de trabajo de
varios países, muy ajenos a su país de origen,
quizás solo como analistas de estadística, u
ofreciendo su reconocido nombre, para esti-
mular la citación de una institución o país.
Esto conduce a la pregunta que siempre
se ha considerado prudente discutir cuando
se redacta un trabajo científico: ¿Quiénes
deben cumplir con los requisitos de autor?,
y ¿Cuál sería la cuantía de publicaciones que
pueda tener un autor, para que no resulte
sospechoso de autoría gratificante o conve-
niente, para el mismo o para la institución a
la que pertenece?
También se ha hablado de la obtención
de autorías en revistas de alto impacto, a
través de pagos o favores recibidos y de ci-
taciones que no corresponden al tema trata-
do en el trabajo. Nuestra revista ha recibido
algunas contribuciones con citaciones fuera
de contexto, las cuales han sido enmendadas
a través de llamados de alerta a los autores,
antes de ser enviadas a revisión por pares,
gracias a una revisión rigurosa de los textos,
y en especial de las referencias.
Si bien es cierto que, para los investiga-
dores universitarios, existe la imperiosa ne-
cesidad de publicar en revistas acreditadas
por los reconocidos índices internacionales,
no solo como éxito propio, sino para con-
tribuir al prestigio de su institución, cada
vez se hace más popular la publicación, al
menos en los temas del área de la salud, de
comunicaciones que provienen de resulta-
dos no sujetos a la revisión por pares. Esto
es muy común, en los llamados pre-prints de
conocidas empresas, o en otros buscadores,
o en páginas web individuales, donde cual-
quier investigador puede colocar resultados
que no han sido sometidos a escrutinios de
pares; sin embargo, estos son captados por
los buscadores de datos y así logran ser cita-
dos, al ser ubicados en la página web. Otro
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caso, es el novedoso uso de publicación de
Resúmenes o Trabajos en Extenso, producto
de un evento científico realizado en una ins-
titución académica, los cuales se toman en
cuenta como publicación regular, cuando es
sabido que la mayoría de las comunicaciones
a eventos son resultados preliminares que
terminan pocas veces en una publicación
completa. Es la Ciencia abierta por la que
muchos abogan como la libertad de comu-
nicar resultados sin la anuencia de árbitros
o requisitos, a veces muy rigurosos, de las
revistas científicas. Peor aún, es la comuni-
cación, realizada por cualquier individuo no
experto en un campo, a través de las redes
sociales más populares, de conceptos que
calan profundamente en la opinión pública
en general, transmitiéndose como si fueran
hechos probados y allí el peligro, en el caso
específico de la Medicina, a daños para la sa-
lud. Todas estas situaciones conducen a que
nosotros, los Editores de revistas científicas,
apoyados en el Comité Editorial y Asesores
Científicos, seamos muy vigilantes ante es-
tos hechos, y estemos prestos a discutir las
ventajas o inconveniencias de las modernas
iniciativas, la influencia de los medios so-
ciales en la diseminación de información y
de saber interpretar su impacto en la salud
pública y por otro lado, sopesar el papel de
las citaciones y los índices de impacto, en
la proyección de los individuos de Ciencia,
como lo están haciendo algunas institucio-
nes académicas de países europeos (España)
o asiáticos (China).
Elena Ryder
ORCID 0000-0003-4613-6424
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The Editor’s dilemma in the current circumstances
of scientific communication
Recently the scientific community has been the subject of much controversy due to
some facts that have arisen. One was the withdrawal of journals by the Web of Science for
not carrying out adequate peer review processes and publishing articles lacking in scientific
rigor in exchange for high publication costs. In fact, it can be verified that it is common to
find works that appear accepted just two or three days after the date of receipt, making it
doubtful of an adequate review. Many advocate “Open Science” as the freedom to commu-
nicate results without the consent of referees or the sometimes very rigorous requirements
of scientific journals. Another example case was that of a researcher sanctioned by his Uni-
versity for considering the excessive authorship of works published by the said individual
in a very short time, which seems to be doubtful. It is common to find cases of researchers
advising working groups from various countries outside their country of origin, perhaps only
as statistical analysts or offering their recognized names to stimulate the citation of an in-
stitution or country. It would then be appropriate to ask the question: What would be the
number of publications that an author may have so that it is not suspected of gratifying or
convenient authorship, for himself or for the institution to which he belongs? On the other
hand, it is known that authorship of papers may be obtained in high-impact journals through
payments or citations that do not correspond to the topic dealt with in the work. Indeed,
we have discovered some contributions with out-of-context citations in Investigación Clínica
through a rigorous analysis of the references. Worse still, it is the communication, carried
out by any individual who is not an expert in a field, through the most popular social net-
works, of concepts that deeply permeate public opinion in general, being transmitted as if
they were proven facts and therein the danger, in the specific case of Medicine, damage to
health. For all of the above, the Editors of scientific journals must be very vigilant and ready
to discuss the advantages or inconveniences of modern initiatives, the influence of social
media in disseminating information, and knowing how to interpret their impact on public
health. On the other hand, Journals have to balance the role of citations and impact indexes
in the projection of Science individuals, as some academic institutions in European (Spain)
or Asian (China) countries are doing.