Revista de Filosofía
Vol. 41, Nº109, 2024-3, (Jul-Sep) pp. 55-71
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
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(CC BY-NC-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Condición utópica de la técnica: hipóstasis del capitalismo
Utopian Condition of Technology: Hypostasis of Capitalism
Osvaldo Hernández Montero
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5898-2199
Universidad del Zulia - Escuela de Filosofía
Maracaibo - Venezuela
osvaldoangelmontero@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.14009668
Resumen
El totalitarismo capitalista contemporáneo, al desvirtuar la capacidad humanizante del
conocimiento, habilita acciones que degradan los haberes que hacen posible la existencia en
condiciones dignas, configurándose en hipóstasis de la globalización mercantil; contralógica que
aumenta la extracción de recursos como correlato de la acumulación de capital. La superación de
las crisis actuales amerita desestructurar los principios de la ciencia neoliberal como cosificación
enajenante de la realidad; solicita la conformación de saberes basados en la condición plural
cognitiva ante la situación compleja de la realidad. Esta investigación tiene el propósito de analizar
la sacralización cientificista como extensión e instrumento del fetichismo de las mercancías;
beneficia la conformación de sociedades habitables al evidenciar los derechos humanos en
gobiernos democráticos. Es un estudio bibliográfico de carácter diacrónico, estructurado desde el
enfoque racionalista deductivo.
Palabras clave: Totalitarismo Capitalista; Ciencia Neoliberal; Realidad Compleja.
_______________________________
Recibido 15-02-2024 Aceptado 27-05-2024
Abstract
Contemporary capitalist totalitarianism, by distorting the humanizing capacity of
knowledge, enables actions that degrade the assets that make existence possible in
dignified conditions, configuring itself as a hypostasis of mercantile globalization; counter-
logic that increases the extraction of resources as a correlate of the accumulation of capital.
Overcoming the current crises deserves to deconstruct the principles of neoliberal science
as alienating reification of reality; it requests the conformation of knowledge based on the
cognitive plural condition in the face of the complex situation of reality. This research has
the purpose of analyzing the scientific sacralization as an extension and instrument of the
fetishism of merchandise; It benefits the formation of livable societies by evidencing
human rights in democratic governments. It is a diachronic bibliographical study,
structured from the deductive rationalist approach.
Keywords: Capitalist Totalitarianism; Neoliberal Science; Complex Reality.
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Introducción
Conocer es una inquietud humana distintiva; habilidad aunada a la racionalidad
como capacidad cognitiva del homo sapiens. De tal manera, la humanización es
concomitante a los procesos de comprensión de la existencia; capacidades que consienten
operar sobre la realidad con el fin de provocar espacios y situaciones habitables. Así, la
técnica es una serie de estrategias que permiten ajustar el espacio con la finalidad de
provocar bienestar.
Conocer como impulso y propósito humano se sirve de diversos recursos y
estrategias; siendo el conocimiento empleado para contener las situaciones que provocan
disconfort para que la realidad sea más habitable en la medida que aumenta el bienestar en
esta. Seguidamente, la técnica se organiza con base a los saberes validados a través de la
experiencia del mundo.
La ciencia se presenta como adición de cuerpos de saberes legítimos en la medida
que es capaz de traducir fidedignamente los sucesos. El ser humano capta por medio de los
sentidos las distintas impresiones que el contorno presenta; permitiendo estas la
construcción por parte de la consciencia de la realidad. Consecuentemente, la ciencia se
afirma válida en la medida que se sirve de diversos cuerpos procedimentales para traducir
de modo fidedigno la realidad. Siendo la técnica suma de estrategias que los seres
humanos conforman empleando las aseveraciones que la ciencia afirma. Para Mario
Bunge:
Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de
entenderlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible, del
mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable.
En este proceso, construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas
llamado "ciencia", que puede caracterizarse como conocimiento racional,
sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la
investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción
conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta.
1
Ahora bien, se reconocen los límites del saber ante el carácter inconmensurable de
la realidad; consintiendo la ciencia conocimientos como conquistas frente a las
incertidumbres. Siendo la técnica habilidades que permiten operar la realidad para lograr
mayores niveles de habitabilidad ante las variadas circunstancias.
Frente al hecho, los sistemas de gobierno totalitaristas emplean las habilidades que
la ciencia admite para ahondar las diversas estrategias de dominio que emplean, con la
finalidad de perdurar las situaciones injustas que les sustentan. Siendo el capitalismo una
organización hegemónica, se sirve de la ciencia como sustento de las técnicas que
condescienden las imposiciones que provocan la violación de los derechos humanos como
correlato de la acumulación de capital. Apunta Lander:
1
Bunge, Mario. (2012). La Ciencia. Su Método y su Filosofía. Editorial Sudamericana. Buenos Aires., p. 6.
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Los seres humanos tenemos la capacidad de destrucción de la vida en el
planeta Tierra y nuestra responsabilidad ética con la vida es directamente
proporcional a ese poder. El modelo científicotecnológico guiado por la
desenfrenada lógica mercantil es la negación total de dicha responsabilidad
ética. La ciencia neoliberal se ha convertido en una amenaza extraordinaria a
la vida. Quizás ha llegado el momento en que hay que dejar de hablar de las
llamadas ciencias de la vida, para reconocerlas como aquello en lo cual
tienden a convertirse, en ciencias del control y de la muerte.
2
Esta investigación, siendo bibliográfica estructurada desde el enfoque racionalista
deductivo tiene el propósito de analizar la capacidad utópica de la técnica en las relaciones
sociales capitalistas. Se denuncian las enajenaciones derivadas de la ciencia que se
organiza para beneficiar las iniquidades, robos, despojos que distinguen al capitalismo
durante la mundialización actual del fetiche de las mercancías.
1. Límites de la ciencia neoliberal
Desde la perspectiva de Lander, históricamente la ciencia ha sido definida como un
saber absoluto, superior, eurocentrado, que no ha dejado de estar sujeto a revisiones y
críticas, a cuestionamientos axiológicos y culturales, además de ser influenciada por
procesos políticos y sociales determinados por el contexto. Como tal, se comprende como
ciencia neoliberal, al crecimiento de la ciencia, en la medida que esta se hace cómplice de
los procesos de imposición colonial-imperial, afectando las formas de vida de los
individuos, promoviendo la occidentalización de la vida, a la vez que desplaza identidades,
los saberes alternativa, negando los derechos a la identidad, la autonomía, la cultura y a
creencias fuera de los patrones hegemónicos globales, en virtud de favorecer la llamada
neutralidad de la ciencia
3
.
Con ello, la ciencia y la tecnología, más allá de pretender explicar los fenómenos de
la realidad, buscan someter la misma al control de la racionalidad moderno-occidental, en
la medida que ejercen presión sobre los diversos escenarios sociales, creando métodos y
referentes interpretativos incuestionables, donde no se da espacio para la divergencia ni
para el diálogo entre saberes. Empero, lograr esta hegemonía de la ciencia no ha podido
darse por sí misma, en ella se ha dado la intervención del poder del Estado, del poder
militar, del poder financiero, empresarial y de diversos actores que han posicionado la
ciencia en un sitial hegemónico, colonizador y dispico, donde el bienestar humano y
natural, no es el fin perseguido.
Ante esto, se da una humanización porque acontece el conocimiento como adición
de premisas validadas a través de la comprobación de la realidad. En la medida que las
hipótesis son comprobadas, se esclarecen los saberes como certezas ante el mundo que se
habita. Estas seguridades admiten la técnica como cuerpos procedimentales que
2
Lander, Edgardo. (2008). La Ciencia Neoliberal. Tabula Rasa, N 9, julio-diciembre. Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca. Bogotá. Colombia., pp. 247-283., p. 276.
3
Ibíd., pp. 249-250.
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consienten operaciones con la finalidad de obtener modificaciones sobre la realidad para
lograr espacios mucho más habitables. Precisa Bunge:
Un mundo le es dado al hombre; su gloria no es soportar o despreciar este
mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amasa y remoldea la
naturaleza sometiéndola a sus propias necesidades animales y espirituales, así
como a sus sueños: crea así el mundo de los artefactos y el mundo de la
cultura. La ciencia como actividad —como investigación— pertenece a la vida
social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y
artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la
ciencia se convierte en tecnología. Sin embargo, la ciencia se nos aparece
como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la cultura cuando
la consideramos como un bien en sí mismo, esto es como una actividad
productora de nuevas ideas (investigación científica). Tratemos de
caracterizar el conocimiento y la investigación científicos tal como se los
conoce en la actualidad.
4
Entendido así, la ciencia aparenta ser neutral ante las diferentes intencionalidades
humanas. Estas líneas están en la antípoda de negar la capacidad humana de conocer, el
carácter tangible de la realidad, tampoco la capacidad de la técnica para lograr mejores
formas de vida como capacidad distintiva de las sociedades. Se tiene la intención de
denunciar el carácter alienante y enajenador de la ciencia en el escenario de la
globalización de fetiche de la mercancía que el mercantilismo capitalista impulsa en la
actualidad, como límite y problema ético y epistémico a superar para que sea posible el
propósito original de la ciencia: Lograr conocimiento como basamento del bienestar.
Las transformaciones que ha vivido el planeta como consecuencia de la
reconcentración del poder y de la creciente mercantilización de todas las
esferas de la vida durante las últimas tres décadas, desde el inicio de este
contraataque neoliberal iniciado durante los gobiernos de Reagan y de
Thatcher, han tenido efectos profundos en los modos y procesos de
producción de conocimiento en las sociedades contemporáneas. La ciencia y
la actividad de investigación universitaria no han escapado a los avances de
la lógica mercantil que invade progresivamente más y más ámbitos de la vida
colectiva.
5
Así, el totalitarismo mercantil neoliberal organiza la ciencia como amplia serie de
afirmaciones que buscan la enajenación de la capacidad reflexiva individual y colectiva. Se
tiene el claro objetivo de normar las sociedades al imponer la colonización epistémica
como correlato del incremento de la transferencia de valor desde los territorios explotados
a los centros de poder. Se trata del desarme ético como acompañante de la limitación
cognitiva social al presentar el saber prefigurado en textos, cuerpos procedimentales
impuestos como negadores de los saberes locales; precisamente como negación e
4
Bunge, Mario. (2012). La Ciencia. Su Método y su Filosofía. Editorial Sudamericana. Buenos Aires., p. 6.
5
Ibíd., p. 251.
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impedimento del derecho colectivo de establecer las propias y distintivas estrategias
epistémicas para conocer la realidad.
La estrategia de globalización de esta manera hace surgir un poder, que está
por encima de toda autoridad política. Cuanto más los mercados se totalizan,
tanto menos resulta posible una política frente a los mercados. Aparecen
poderes del mercado, que quitan a la política su autonomía.
6
El totalitarismo capitalista impone qué decir y cómo actuar en beneficio de la
continuidad y aceleración de las cadenas de montaje de mercancías. La técnica que se
precia de eficiente y eficaz lograr la progresiva explotación de los recursos naturales y
humanos sin respetar la tasa de reposición de la naturaleza, la soberanía y el derecho a
producir cultura de las diversas sociedades. Anota Marcuse:
Porque en realidad, ni la utilización de controles administrativos más que
físicos (el hambre, la dependencia personal, la fuerza), ni el cambio de
carácter en el trabajo pesado, ni la asimilación de las clases ocupacionales, ni
la nivelación en la esfera de consumo, compensan el hecho de que las
decisiones sobre la vida y la muerte, sobre la seguridad personal y nacional se
toman en lugares sobre los que los individuos no tienen control. Los esclavos
de la sociedad industrial desarrollada son esclavos sublimados, pero son
esclavos, porque la esclavitud está determinada.
7
Por lo cual, la ciencia se precia de objetiva, niega la capacidad reflexiva como
habilidad que identifica los límites de lo técnicamente posible. Necesariamente, impide la
reflexión ética que acompaña al pensamiento crítico como evidencia colectiva. El saber está
en los textos comprados en los centros de saber; estar instruido se demuestra al poseer la
capacidad de repetir fidedignamente los conocimientos; que al ser ciertos, son
incuestionables.
Las universidades se convierten en centros de entrenamiento de prácticas y palabras
precisas, cerradas, ajustadas. Por supuesto, se desdeña la capacidad reflexiva por la
repetición de las premisas previamente validadas. La instrucción se demuestra al repetir de
manera fidedigna las conductas que el mercado precisa; no sólo durante el trabajo, más
importante aún, durante la compra y consumos de objetos. Advierte Lander:
Con el acelerado desplazamiento del financiamiento público por el
corporativo y las relaciones cada vez más estrechas entre universidad e
industria, se han producido transformaciones profundas en la cultura
académica y en el ethos de la ciencia. El modelo del tipo ideal de ciencia
académica liberal que en todo caso nunca fue más que un modelo
normativo bastante alejado de la realidad de la práctica científica efectiva, ha
6
Hinkelammert, Franz. (2003). El Asalto al Poder Mundial y la Violencia Sagrada del Imperio.
Departamento Ecuménico de Investigación (DEI). San José de Costa Rica., p. 15.
7
Marcuse, Herbert. (1993). El Hombre Unidimensional, ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial
avanzada. Editorial Planeta Argentina, S. A. Buenos Aires. Argentina., p. 63.
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pasado a la historia en muchas disciplinas, sobre todo en el campo
biomédico. Estos desplazamientos culturales han ido sustituyendo las
antiguas normas y valores de la ciencia universitaria por una creciente
subordinación a la lógica mercantil en la cual, crecientemente, los
investigadores, departamentos y universidades tienen un interés económico
directo en los resultados de la investigación que llevan a cabo con patrocinio
empresarial, conduciendo a lo que Sheldon Krimsky a denominado el
capitalismo académico. Las universidades se han hecho cada vez más
dependientes de las corporaciones para el patrocinio de su investigación, y
las empresas se apoyan cada vez más en la investigación universitaria para la
creación de nuevos productos comerciales.
8
La preciada objetividad formal científica instruye para ser incapaz de reconocer los
límites éticos de las acciones. Por esto, la naturaleza se asume como el cuerno de la
abundancia, inagotable, que debe ser explotado para que el bienestar acompañe la
abundancia material; donde la eficacia es dada por la alta capacidad de explotación. Se
demuestra el carácter incuestionable de la ciencia al servirse del único método pertinente
para traducir de modo fidedigno la realidad. Desde la condición infalible la ciencia autoriza
las técnicas como urgencias a realizar para que la felicidad sea posible. Se lee en la Revista
The Lancet:
Los gobiernos, nacional y regionalmente han fallado consistentemente en
colocar a su gente antes del lucro. En contraste, las instituciones académicas
podrían intervenir para apoyar a los científicos cuando los conflictos
financieros amenazan con producir daño. Pero estas instituciones a su vez se
han convertido en empresas que buscan comercializar para su propio
beneficio los resultados de sus descubrimientos en lugar de preservar su
status académico independiente.
9
La ciencia neoliberal es incapaz de considerar las enajenaciones culturales durante
los procesos de explotación; pues, considera al mundo como espacio de donde se arranca
valor para obtener capital. Ciencia que es incapaz de aprecia el cambio de la vida por la
muerte durante los intercambios del mercado que se precia libre. Evidentemente, se trata
de una ciencia dogmática al estar sacralizada; con igual violencia que cualquier otro
fanatismo. Se despliega el método científico como nuevo credo en un mundo
despersonalizado, cosificado en los intersticios sociales más íntimos, donde “todo lo sólido
se desvanece en el aire y todo lo sagrado es profanado.”
10
El fanatismo de la ciencia neoliberal promueve saberes técnicos que no son
susceptibles de ser cuestionados al estar validados en el fanatismo de sí. El narcisismo
científico contemporáneo se asume como el cenit de la evolución de la inteligencia
8
Lander, Edgardo. (2008). La Ciencia Neoliberal. Tabula Rasa, N 9, julio-diciembre. Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca. Bogotá. Colombia., pp. 254-255.
9
The Lancet. (2001). The Tightening Grip of big Pharma. Vol. 377, no. 9263, 14 de abril. Editorial.
10
Marx; Engels. (2006). Manifiesto del Partido Comunista. Editorial Babel. Santiago de Chile., p. 33.
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humana. Sacralización de al considerar otras formas de saber menores, deficientes,
cuestionables, imprecisas, falibles.
El mito no está fuera de la ciencia, sino que aparece en su interior. Pretende
mostrar el camino al paraíso, y celosamente cuida este su monopolio. No
acepta teología, pues es teología. Pretende hacer secularizado al mundo,
cuando en realidad lo ha mitificado.
11
La ciencia dogmatizada significa el fin de todas las utopías al contener la única
posibilidad de resolver la totalidad de los problemas humanos, producir abundancia; por
consiguiente, felicidad. Acompaña el totalitarismo mercantil al imponer las propias
palabras negando toda pluralidad cultural.
Las otras epistemes son consideradas inferiores, incapaces, incompetentes, caducas,
folklóricas; consecuentemente, falibles. En la medida que el hacer colectivo se parece al
modelo humano promovido por el totalitarismo cultural adquiere validez. La ciencia como
contención de la verdad finaliza toda otra utopía; pues, sólo a través de ella es posible
lograr la abundancia material que el bienestar amerita.
Se hace ciencia prescriptiva porque ante cualquier inconveniente social indica la
realización más fidedigna de las técnicas por ella señalada. Se entiende, cómo el
capitalismo es un totalitarismo basado en la acumulación de capital a costa del robo del
plusvalor y los recursos naturales, consecuentemente genera pobreza.
Frente a las sociedades empobrecidas por la embestida mercantil, la ciencia
neoliberal al desconocer que el sistema produce desposeídos, como única solución
prescribe mayor técnica; considerando los problemas sociales resultados de la
subutilización de las acciones que recomienda. Impulsa la incesante realización de tareas
en procura de aumentar el número de mercancías en los estantes en sociedades cada vez
más empobrecidas e inhabitables.
El fanatismo cientificista propia del neopositivismo como instrumento de la
dominación mercantil es negador de la pluralidad, al pretender que la totalidad de la
realidad sea susceptible de traducirse en lenguaje lógico, captada mediante los
instrumentos del laboratorio de las ciencias fácticas. Lejos está esta intención de ser
objetiva, abogar por la fidedigna interpretación de la realidad; es, claramente, el fanatismo
de sí como negación de todas las dimensiones humanas.
No hay nada más idealista que la ciencia empírica sometida a la ilusión
trascendental; y este idealismo, como todos los idealismos, es absolutamente
destructor y de ninguna manera pragmático o racional. En forma racional,
destaca la irracionalidad más absoluta; es la forma en la cual el utopismo
logra una destructividad absoluta desvinculando de las necesidades reales de
11
Hinkelammert, F. (2002). Crítica de la Razón Utópica. Editorial Desclée de Brouwer, S.A. Bilbao. España.,
p. 65.
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los hombres. La empiría subvierte a la realidad, al ser esta realidad reducida
a la empiría.
12
La utopía cientificista, como negación e impedimento de todas las otras utopías,
niega la libertad al imponer palabras y conducta. La ferocidad de la certeza de , impide la
capacidad ética como reconocimiento humanizante de las sociedades; restringe la estética
como recreación constante y vital de la condición sensitiva, niega el diálogo como
confluencia discursiva de razones y sensibilidades.
Un saber que se reduce al laboratorio, que se circunscribe a la técnica incapaz de ser
reflexionada éticamente, acompaña la economía neoliberal como contención humana ante
el despojo de la riqueza; por eso, es el fanatismo que acompaña los gobiernos de seguridad
nacional en Latinoamérica, el surgimiento del neofascismo contemporáneo, junto a la
multiplicación de los centros de detención, los muros, los cercos, el incremento del
desprecio hacia el migrante.
La ciencia sacralizada vende las técnicas que desarman éticamente a los pueblos
mientras incrementa los modos de despersonalización. Las escuelas, lejos están de educar
la tolerancia y respeto que necesitan los diálogos interculturales; por eso enseñan a
menospreciar la condición plural, enajenante reducción clasista y racista de la realidad.
La ciencia como pensamiento despersonalizado enseña que el otro, con su carga
cultural, es el extraño a tener. El otro es, entonces, el inculto, el no formado, quien posee
pensamiento pre y anticiéntifico, el atrasado que amenaza cualquier posibilidad de buena
vida. El peligro debe ser contenido a través de la multiplicación de las restricciones hacia la
otredad. Por esto, los discursos políticos son neofascistas, al promover el odio ante las
necesidades de los desposeídos, negados, desplazados, silenciados.
La ciencia sacralizada es altamente irracional porque niega los resultados sociales y
naturales de las cnicas que prescribe. La dicotomía entre el aumento de la reproducción
de la técnica impuesta por la ciencia neoliberal y el aumento de todas las crisis sociales
evidencia los quiebres y distancias entre las intenciones y la realidad. Sobre todo cuando
desde las enajenaciones cientificistas se acusa al arcaísmo cognitivo de los pueblos como
causante de sus miserias.
13
Es ciencia que acompaña los planteamientos racistas y clasistas de todas las
sociedades totalitarias al endilgar las crisis que genera a quien padece las penurias. En
tanto que el pobre es culpable de su pobreza la ciencia acéfala y éticamente incapacitada
impide apreciar las imposiciones alienantes del sistema mercantilista. Al ser el pobre
causante de su indigencia se lavan las manos el neofascismo actual mientras la destrucción
12
Ibíd., p. 69.
13
Lander, Edgardo. (1994). La Ciencia y la Tecnología como Asuntos Poticos. Límites de la democracia en
la sociedad tecnológica. Caracas, Editorial Nueva Sociedad, Fondo Editorial de la Asociación de Profesores
de la Universidad Central de Venezuela y Publicaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de
la Universidad Central de Venezuela.
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de los recursos natrales y sociales desposee a las comunidades como correlato de los
capitales acumulados en los paraísos fiscales.
Por esto, la política es rapaz cuando la realidad se circunscribe a los límites del
laboratorio neopositivista. La negación del derecho colectivo a acordar las estrategias
comunes de convivencia, se sustenta en la negación de la palabra de los pueblos cuando la
única razón capaz de afirmar es la ciencia sacralizada; contrapensamiento que es incapaz
de considerar el deterioro de todos los nichos ecológicos, el aumento incesante de la
migración, el incremento de la esclavitud infantil, el quiebre del Estado moderno, como
límites de lo técnicamente posible.
2. Criterios de verdad de la ciencia sacralizada
Todo modo de conocer posee determinados criterios de saber; estos, legitiman los
conocimientos. Considerando la condición sensible y racional humana, con el propósito de
humanizar la convivencia, el criterio de verdad debe ser la reproducción de sociedades
solidarias y compasivas que se ocupan de su bienestar. Contraviniendo el derecho colectivo
de conformar saber como estrategia para acceder a mejores formas de convivencia, la
ciencia neoliberal valida al mercado como locus de validez de los saberes.
Ahora bien, el ser humano como ser que busca conoce la realidad, estructura los
procedimientos del saber. Es así, que no existe saber desvinculado de la estructura racional
y sensitiva humana. Un paso más, se capta y comprende el mundo a través de la mente,
sirviéndose de la capacidad racional y sensitiva. Así, quien busca conocer determina los
saberes; pues, no hay realidad objetiva e independiente de la comprensión humana.
El saber, como acto humano, estructura la realidad que se busca comprender; esto,
evidentemente desafía la ingenuidad positivista que pretende una realidad separada de
quien comprende; y, un método que cuenta con todas las habilidades que permiten
conocer. Se enfatiza, el mercado como lugar de validez científica, se cimenta en la
pretensión de realidad independiente de la condición racional y sensitiva humana; en la
valía absoluta del método científico. Pretendida objetividad, que incapacita considerar
éticamente las consecuencias de la técnica depredadora.
Una de las falencias epistémicas de la ciencia neoliberal es pretender saber válido
desvinculado de las condiciones y relaciones humanas. Seguidamente, articula
sacralizaciones incapaces de servir para superar las necesidades sociales. Es,
necesariamente, ciencia tautológica al ser autorreferencial. Considerado de esta manera, se
trata de una forma muy violenta de fanatismo; pues, al intentar producir el cielo en la
tierra, causa el infierno; junto a la aridez absoluta. Asevera Hinkelammert:
La utopía de los cielos nuevos y las tierras nuevas parece ahora al alcance de
la acción humana a través del progreso técnico infinito y para alcanzarla, no
hace falta más que empujar este progreso. A pues, aparece una nueva
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verdadera ilusión trascendental, la magia del progreso infinito, a la luz de la
cual todo lo imposible se vuelve posible.
14
Como todo dogmatismo la contraciencia contemporánea se vale de argumentos
incuestionables para validar la superioridad cognitiva frente a otras estrategias de saber.
Sustentada en tergiversaciones evolutivas, traduce la realidad como habilidad de mercado;
la racionalidad con capacidad comprensiva total, el método científico como la única
estrategia viable.
Consecutivamente, todas las otras estrategias, modos, enfoques, organizaciones
cognoscentes son, necesariamente, deficientes. Explica la altivez dogmática que frente a las
disciplinas humanistas las ciencias fácticas demuestran, la pretendida exclusividad del
enfoque empirista como superioridad comprensiva ante los enfoques de investigación
vivencial y racionalista deductivo. De tal suerte, la sociología, antropología, filosofía, las
humanidades todas, se convierten en meras disciplinas que adquieren valía científica en la
medida que son capaz de implementar el monismo metodológico de las ciencias naturales.
La violencia cognitiva cientificista precia las humanidades como precientíficas,
inespecíficas, fallidas al no contar con un método distintivo; incapacidades que se
presentan al no poder reducir los límites del mundo al del laboratorio. Entonces, para
adquirir la condición científica, si ha de haber humanidades deben, en todo caso,
extrapolar el método distintivo de las ciencias fácticas a las sociales.
Los saberes humanísticos adquieren certezas en la medida que determinan
muestras, formulan hipótesis, diseñan y aplican experimentos, tabulan datos, miden
comportamientos, anotan resultados, infieren comportamientos futuros, precisiones y
regularidades. Mientras las disciplinas humanísticas sean incapaces de hacer esto no son
científicas. Más allá, las artes, las religiones, los otros modos colectivos de saber mediados
a través del diálogo, son precientífico, folclóricas, manifiestamente irracionales.
El límite epistémico de las ciencias neoliberales sirve, entonces, para invalidar
cualquier otro enfoque que dinamite las bases del propio fanatismo; de ahí, la pujanza a
ultranza de reducir el mundo a los cercos de los propios procedimientos. Por eso se trata
de ciencia como colonización epistémica al monopolizar la capacidad de progreso y
civilidad.
El mercado como lugar de enunciación científica se sirve de la eficiencia y eficacia
como valor distintivo. Es así que la técnica pretende máxima eficiencia y eficacia para
producir mercancías que invadan la realidad. La máxima producción de bienes y servicios
como arjé científico es altamente colonialista; pues, impide los acuerdos colectivos como
demarcación de lo técnicamente posible.
Igualmente, al identificar máxima producción de bienes, con progreso y bienestar
social, las máquinas se convierten en estrategias para la producción de cosas; siendo la
14
Hinkelammert, F. (2002). Crítica de la Razón Utópica. Editorial Desclée de Brouwer, S.A. Bilbao. España.
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naturaleza el cuerno de la abundancia de donde se obtienen los objetos socialmente
requeridos; empleando, se insiste, el monismo epistémico de las ciencias fácticas como
exclusiva organización comprensiva certera.
El mundo se llena de objetos que se intercambian en el mercado, mercaderías que
son sustancias que sirven para acumular capital, cuando se basan las operaciones a la
intención mercantil en vez del bienestar humano. Por esto, la realidad aparenta una triste y
decadente feria de objetos donde se exponen los cada vez más grandes tractores, equipos
de arrastre, engranajes, moliendas, motores, eficientes y eficaces, que muy pronto
hundirán sus engranajes, cadenas, piñones y pistones en la aparente abundancia que la
realidad presenta para producir mercaderías. Feroces filibusteros los capitalistas truecan
en muerte la vida.
La suma de objetos como evidencia de progreso y civilidad significa la cosificación
total que el capitalismo hace de la realidad. Un mundo cosificado es inhabitable; pues, el
optimismo de la máxima producción obnubila para no apreciar la aridez de los bosques, la
contaminación de los mares, las causas que provocan el aumento de las migraciones
humanas; deficiente educación, vialidad y servicios sanitarios. La realidad cosificada
necesariamente es inhumana pues obvia la condición racional y sensitiva en favor de la
máxima producción de bienes y servicios como correlato de la acumulación de capital, se
subraya.
La ciencia sacralizada coloniza la realidad impidiendo la pluralidad cognitiva que
acompaña la condición humana diversa. Acusa Marcuse el capitalismo de ser abiertamente
unidimensional al modelar modos humanos exclusivos; privilegiando la condición
compradora sobre cualquier otra dimensión. Anota Marcuse:
Los mismos organizadores y administradores se hacen cada vez más
dependientes de la maquinaria que organizan y administran. Y esta
dependencia mutua ya no es la relación dialéctica entre señor y siervo, que ha
sido rota en la lucha por el reconocimiento mutuo, sino más bien un círculo
vicioso que encierra tanto al señor como al esclavo.
15
La modernidad es altamente narcisista al preciarse como cenit de la historia
humana; ante estos fanatismos, otras culturas, los territorios, son compresiblemente
negados para que la civilidad como condición total sea posible. Explica esto el surgimiento
y pujanza del neofascismo contemporáneo, que acusa a la víctima de las vicisitudes que
padece. Quien es pobre causa sus miserias al no sumar intenciones y voluntades al
proyecto civilizador global.
16
Desde el fanatismo colonial actual las miserias son consecuencias de los persistentes
arcaísmos en el pensamiento humano. Los miserables al ser folclóricos, colectivistas, al
15
Marcuse, Herbert. (1993). El Hombre Unidimensional, ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial
avanzada. Editorial Planeta Argentina, S. A. Buenos Aires. Argentina., p. 63.
16
Lander, Edgardo. (1990). Contribución a la Crítica del Marxismo Realmente Existente: Verdad, ciencia y
tecnología. Caracas, Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, Universidad Central de Venezuela.
Hernández, O. Revista de Filosofía, Vol. 41, Nº109, 2024-3, (Jul-Sep) pp. 55-71 66
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
persistir en modos culturales primitivos son los causantes de sus padecimientos.
Impedimento cognitivo que impide considerar la explotación y despojo como causante de
la pobreza.
Por esto, ante los evidentes límites éticos del totalitarismo capitalistas, se prescribe
mayor empleo de la técnica como atenuante de la pobreza. El pobre tiene el deber sumarse
al proyecto civilizador mundial para superar la pobreza; los miserables, con optimismo
deben agregarse al proyecto mercantil global; quien al no cuestionar las relaciones de
trabajo, al no resistir la venta de los territorios, con sus ríos y montañas, está en camino de
superar el arcaísmo que habita.
Trata la ciencia como recurso neoliberal con negaciones culturales al imponer un
exclusivo modo de ser, donde se obtiene valides al incrementar progresivamente el poder
de compra. Devela esto una de las falencias más característica del procedimiento
epistémico que se precia objetiva: El carácter negador de la pluralidad humana.
El dogmatismo científico posee como basamento de validez la pretendida
separación política y ética de la búsqueda de la verdad; escisión que sustenta la objetividad
que necesita la captación fidedigna de la realidad. Esta falencia cognitiva es abiertamente
antirracional al pretender ocultar el hecho obvio: La ciencia neoliberal es abiertamente
colonial; pues, es acompañada por la democracia de tipo representativa, el desplome del
derecho humano a articular propias formas culturales, el impedimento de los acuerdos
como estrategias colectivas de convivencia.
De esta manera aparece algo como un gobierno extraparlamentario, que es
efectivamente un gobierno mundial, que ejerce el poder sin asumir las
funciones del gobierno ni sus responsabilidades. No necesita ninguna
legitimación democrática, sino se legitima por medio del mercado como la
instancia superior de toda vida social. Por eso es por encima de toda
mayoría democrática, que deja de ejercer el poder. Elecciones no pueden
determinar nada que está en conflicto con esta voluntad general pretendida
del mercado.
17
De esta manera, no existe asepsia científica desvinculada de estrategias de poder,
recuerda Foucault; en tanto, la pretendida escisión política es uno de los dogmas
fundamentales de la ciencia como cenit epistémico, al impulsar la colonización capitalista
contemporánea.
18
Como toda estrategia de saber la ciencia dogmatizada trata con la
validación de determinadas relaciones humanas, con la legitimación del poder al controlar
las poblaciones. De esta suerte, es comprensible que el capitalismo como proyecto
totalizante de la realidad que se sustenta en relaciones desiguales e injustas, se sustenta
sobre haberes epistémicos que validen el extractivismo como constante de los despojos.
17
Hinkelammert, Franz. (2003). El Asalto al Poder Mundial y la Violencia Sagrada del Imperio.
Departamento Ecuménico de Investigación (DEI). San José de Costa Rica., p. 16.
18
Foucault. (1991). Microfísica del Poder. 3ra Edición. Ediciones de La Piqueta. España.
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Justifica el aprendizaje científico como quiebre e incapacidad del pensamiento
crítico al circunscribir la instrucción a la calca y repetición de procedimientos altamente
estandarizados y homogéneos. La enajenación epistémica acompaña el anonadamiento
ético y político al educar como aprendizaje forzado, trabajoso, al reducirse al empleo
incesante de la memoria, de los rituales de laboratorio que impulsan la técnica como
apropiación capitalista de la realidad. Ciencia que lejos está de presentarse con la
objetividad que se precia al ser una hipóstasis de totalitarismo mercantil actual.
La ufanía de la ciencia contemporánea presenta los últimos descubrimientos como
avances que buscan obnubilar las conscienticas; del mismo modo que las luces brillantes
sobre las hamburguesas dañinas para la salud, en la mercadería de los alimentos como
veneno, del mismo modo que los conejos son alumbrados antes del disparo. Así, el
progreso se identifica con novedad, la civilidad como la inundación de objetos en todos los
espacios sociales.
En la sociedad neoliberal, el bienestar está e ser consecuencia de la mediación
dialógica de las comunidades en emancipación, el empleo de la técnica para multiplicar la
sobrevivencia de los nichos ecológicos; se basa en la capacidad de cosificar la realidad, al
llenarla de objetos a comercializar. Donde las consciencias enajenadas se dan valía en la
capacidad de compra y poseer cosas.
La ciencia enajenante obvia el propósito original de la técnica: Servir a las
comunidades para lograr bienestar. Es, altamente colonial al inoperar la técnica como
recreación habitable de la realidad; como mediación de las mejores formas de convivencia,
al servir a la humanización de las relaciones sociales.
La capacidad alienante de la técnica contemporánea explica la inmediatez de las
comunicaciones en un mundo que padece crisis de comunicación; justifica la movilidad
inmediata de mercaderías mientras se multiplican los muros fronterizos que detienen seres
humanos; manifiesta la alta variedad de propuestas textiles en un mundo donde se
incrementa la esclavitud y el trabajo infantil, ofrece razones del lujo y desperdicio de pocos
ante el aumento de la pauperización de todas las formas de vida.
Entonces, el mundo se colma de misias cuando a pocos se les garantizan las
condiciones materiales que provocan la vigencia de los derechos humanos frente al hambre
de todos. Expresa la falencia ética que representa desear para sí las mejores formas de vida
ante la pobreza de muchos. Deja claro que la principal falencia de la ciencia dogmática es la
despersonalización como enajenación de todas las características de la condición humana;
pues, la inhabitabilidad del mundo acompaña la enajenación de la condición sensitiva y
racional colectiva.
Consideraciones finales
Las crisis sociales actuales están condicionadas por la implementación de múltiples
estrategias enajenantes del totalitarismo capitalista; donde la ciencia se sacraliza con la
finalidad de cancelar cualquier otra estrategia de saber, para favorecer la técnica como
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amplia serie de estrategias que extraen riqueza de las relaciones de trabajo, de los nichos
ecológicos como acompañante de la acumulación de capital.
El mundo cosificado coarta cualquier forma democrática de convivencia al detener
la vigencia de los derechos humanos, cuando se complacen las rapacidades que en el
mercado confluyen. Así, se conforma una ciencia dogmática que para evidenciar la propia
valía se sustenta sobre el falso principio de objetividad, desvinculación ética y política,
cuando es, ferozmente represiva y violenta como cualquier manifestación de soberanía, al
minusvalorar la capacidad colectiva de hacerse responsables de sí.
Una sociedad que parece cada día más capaz de satisfacer las necesidades de
los individuos por medio de la forma en que está organizada, priva a la
independencia de pensamiento, a la autonomía y al derecho de oposición
política de su función crítica básica.
19
Se trata de ciencia dogmática porque desatiende la condición de realidad al
supeditar las acciones técnicas a las necesidades del mercado evidentemente egoísta y
rapaz. Condicionamiento que cosifica el mundo, para la explotación de los recursos que
hacen posible la vida en condiciones dignas.
Entonces, aprender se convierte en la repetición incesante de los rituales que
mantienen en movimiento las cadenas de ensamblaje mientras el mundo se desposee de
cualquier posibilidad de habitabilidad. Dogmatismo altamente colonial al subsumir las
relaciones sociales a la capacidad de producir mercaderías en una realidad que se hace
cada vez más inhabitable.
António Guterres, Secretario General de las Nacionales Unidas, al expresar: «El
cambio climático está aquí. Es aterrador. Y esto es sólo el principio,
20
indica que se
cancela el calentamiento global por la apertura de la fase de ebullición mundial, evidencia
las inconsistencias y crisis que genera la razón técnica como enajenación moderna.
Señalamiento que advierte el quiebre de posibilidad de cualquier vida futura si no se
evidencian los límites de la reducción del mundo como cuerno de la abundancia; si se
desdeña la mesura, corresponsabilidad como mediación ética de las relaciones humanas, al
reconocer los límites de las técnicas posibles. Acontece:
Vivimos una simplificación impuesta del sentido original de la
Modernidad, invisibilizando fundamentos que podrían ser incómodos y
contradictorios al crecimiento sin límites identificado como Desarrollo,
devenido en objetivo central. Reivindicar la Razón por sobre el misticismo-
oscurantismo, sentido y tarea del Renacimiento y la Ilustración, sin duda
chocaría con la irracionalidad ciega del consumo sin límites; proceso
entrópico sin futuro para la Humanidad. Un Desarrollo concebido como el
mayor aprovechamiento de los recursos de la naturaleza, incluido el ser
19
Marcuse, Herbert. (1993). El Hombre Unidimensional, ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial
avanzada. Editorial Planeta Argentina, S. A. Buenos Aires. Argentina., pp. 31,32.
20
Noticias al día y a la Hora. (2023). Entramos en una era de ebullición global, esto advierte la ONU.
Recuperado de: https://noticiasaldiayalahora.co/internacionales/entramos-en-una-era-de-ebullicion-global-
esto-advierte-la-onu/ en julio de 2023.
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humano, para generar crecimiento, ganancias (riqueza); en un proceso que
por definición n tendría límites; el Desarrollo se constituye en un fin en
mismo, la meta, tributando al capital y no al bienestar de la Humanidad.
21
La superación de los problemas merece desarticular la ciencia como hipostasia,
extensión y misma sustancia del totalitarismo capitalista. Atendiendo los límites éticos de
las acciones posibles; al evidenciar las relaciones entre saber y poder, conformar
conocimientos útiles al bienestar social al incrementar la habitabilidad del mundo.
La intencionalidad de dominación que atraviesa estructuralmente la
racionalidad moderna se ha impuesto hasta hoy, independientemente
de su carácter irracional, constituyendo progresivamente una crisis
multidimensional de la racionalidad, de la lógica de funcionamiento de las
relaciones humanas, los modos de producción, y del Contrato Social.
Una racionalidad plagada de “falacias” y presupuestos incompatibles con la
Vida. La Humanidad se encuentra en una encrucijada; ya no se trata de
cómo seguir progresando, sino de cómo sobrevivir como especie y
Naturaleza.
22
Se señala la pretendida objetividad, separación ética y política, como principal
falencia del colonialismo científico. Entonces, el saber útil es, necesariamente plural al
contener las diversas voces, razones y sensibilidades humanas. Por esto, lejos de ser
prescriptiva se trata de ciencia como mediación dialógica de las diversidades humanas.
Habilidad que se aleja de las precisiones indicadas en las páginas de las bibliotecas para
abrir las esclusas de las prefiguraciones al encuentro dialógico de las comunidades.
El saber, como evento emancipador, es distintivamente dialógico; por eso, las
precisiones de los laboratorios, son concomitantes a las vías y estrategias de comunicación
de la condición diversa humana, en la ciencia como evidencia de libertad. Precisa esto que
las emancipaciones futuras son característicamente cognitivas; al romper las imposiciones
epistémicas por las aperturas y pluralidades que la condición disímil de la realidad
presenta. La ciencia como evidencia de libertad respeta los límites éticos de la realidad, la
dignidad como condición inherente y determinante de la vida; por esto reconoce los límites
de las prácticas posibles en beneficio de la multiplicación de los derechos humanos como
basamento de las relaciones democráticas de poder.
Implica la operación de haberes ontológico que desdeñan la naturaleza como cuerno
de la abundancia, al reconocer la condición límite de la realidad. Junto al respeto de la
condición finita se habilitan las mesuras que respetan la tasa de reposición de la
naturaleza, indicando los límites de producción. Por esto, se cancelan los optimismos de la
alta eficiencia y eficacia como determinaciones de la producción de objetivos, al habilitar
21
Villasana López, Pedro Enrique; Álvarez Zúñiga, Miguel Ángel; Monteverde Sánchez, Alessandro. (2021).
Libertad, Derecho a la Diversidad y Crisis Civilizatoria. Revista de Filosofía. Universidad del Zulia. Vol 38, N
99., pp. 42-48. Recuperasdo de: DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.5635528 en julio de 2023., p. 43.
22
Ibíd., p. 42.
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éticas que procuran la reproducción y sobrevivencia de los nichos ecológicos. Trata con
legitimar el derecho a la vida en condiciones de dignidad sobre los interese del mercado.
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