
Boletín del Centro de Investigaciones Biológicas
Vol. 55. Nº 2, Julio- Diciembre 2021, Pp. 112-133 114
representa una de las más importantes del país, tanto por el valor económico de las
capturas como, por el número de empleos generados en la fase de extracción y
procesamiento. Según las estadísticas del Instituto Socialista de Pesca y Acuicultura
(INSOPESCA), el desembarque del cangrejo azul en Venezuela durante 2019 fueron
de 27.201 t; mientras que la jaiba C. danae no está reportada en las estadísticas
oficiales, posiblemente por su baja producción. En la Isla de Margarita la pesca de
esta especie está restringida en zonas cercanas a lagunas costeras, y a la oferta y
demanda por parte de intermediarios quienes la comercializan como producto de
consumo fresco en los mercados locales, restaurantes y supermercados de manera
limitada, también es utilizada como carnada.
Las especies del género Callinectes se distribuyen a lo largo de las costas
tropicales y templadas del este de los Estados Unidos, las costas oeste y este de
América Central, occidente de África, islas del Pacífico Sur y Atlántico Occidental.
En nuestro país se les localiza a lo largo de las costas continentales e insulares.
Habitan en esteros, bahías, lagunas costeras y desembocaduras de ríos, así como en el
litoral rocoso y arenoso de las playas tanto continentales como insulares en
profundidades de hasta 90 m (Williams 1974). Los juveniles ocupan áreas estuarinas
de baja salinidad con sedimentos blandos, y condiciones favorables para su
desarrollo, protección, alimentación, mientras que los adultos copulan y desovan en
aguas con salinidades altas que favorecen el desarrollo embrionario y larval (Taissoun
1973, Pita et al. 1985, Hines et al. 1987, Pinheiro et al. 1997, Negreiros et al. 1999,
Branco y Masunari 2000, Pereira et al. 2009, Severino et al. 2009, Sforza et al. 2010,
Severino et al. 2012, Gonçalves 2013). Su captura es tradicionalmente de tipo
artesanal, mediante el empleo de artes de pesca muy sencillos, de bajo costo y fácil
elaboración, tales como palangres y nasas.
La reproducción continua de los crustáceos en las regiones tropicales, ocurre por
la estabilidad de las condiciones ambientales y las temperaturas constantes durante
todo el año. En los crustáceos, el comienzo de la madurez sexual está caracterizado
por un conjunto de transformaciones morfológicas y fisiológicas, que se presentan
como indicadores del dimorfismo sexual secundario, que se manifiestan durante el
crecimiento, por ejemplo, el ancho del abdomen, forma y estructura de los pleópodos
en las hembras, lo que permitiría una mayor área para la protección, retención e
incubación de los huevos, mientras que a nivel fisiológico, ocurre la maduración
gonadal y testicular, en hembras y machos, respectivamente (Hartnoll 1968, Pinheiro
y Fransozo 1993, Delgado 2001, Rasheed y Mastuquim 2010, Uscudun 2014). Las
hembras de los crustáceos destinan gran parte de su energía al proceso reproductivo